Duras críticas al sistema educativo formal, una invitación a reflexionar sobre el trabajo que estamos haciendo y una visión no convencional sobre la contabilidad. Si en algún momento de tu vida creíste que una casa en la que vivís es un activo, Robert Kiyosaki llegó para moverte el piso y decirte que es un enorme pasivo. Estos son solo algunos de los temas presentados en Padre Rico, Padre Pobre.
Hace unos años un compañero de trabajo me recomendó este libro muy insistentemente, cada dos o tres días me decía “Marquitos, tenés que leerte Padre Rico, Padre Pobre, te va a cambiar la cabeza”. ¿Saben qué hice? No le di ni cinco. Hasta que después de un tiempo otro compañero de otro trabajo me lo vuelve a nombrar y me dice que es EL libro que tengo que leer. Segunda señal. Esta vez me animé y me emocionó tanto en su momento que lo liquidé en una semana leyéndolo en el tren camino al trabajo.
¿Qué puedo encontrar en este libro? Conocer de qué trata la independencia financiera, saber que es posible “jubilarse” sin la necesidad de trabajar hasta los 65 años a la espera de un depósito mensual que seguramente no se corresponde con el valor que aportaste a la sociedad durante tu vida, herramientas útiles para hacer una revisión de tu vida financiera y una dosis de motivación.
¿Quién te conoce?
Robert Kiyosaki es un escritor y empresario nacido en Hawái, Estados Unidos, y en parte de este libro narra la historia de su infancia. Kiyosaki dice que tuvo un padre rico, el padre de su mejor amigo, que era un empresario con educación financiera y podía llevar el estilo de vida que quería. Por otro lado, tuvo un padre pobre, su padre biológico, que tenía título universitario, máster, posgrados y no sé cuántos títulos más pero que al no tener educación financiera vivía trabajando para pagar sus deudas.
¿Es importante si su historia es real? No es algo que me interese demasiado, sea cual sea la realidad, esta comparación que hace entre tener y no tener educación financiera es más que clara y elocuente.
Lo importante es aprender
“¿Por qué apuntar a subir en la escalera corporativa cuando puedes ser el dueño de la escalera?”. Es una de las provocaciones con las que empieza. Según el autor, los ricos no trabajan por el dinero, trabajan para aprender. Todos sabemos que hay que pagar el alquiler y no todos se sienten cómodos con el famoso “vive de tus padres hasta que puedas vivir de tus hijos” así que de alguna forma hay que generar recursos en el corto plazo, ¡de acuerdo, punto a favor! Ahora, ¿Estarías dispuesto a trabajar gratis diez horas por semana para la persona que más admirás y poder aprender de primera mano cómo son sus hábitos y formas de trabajar? Muchas personas no lo están. ¿Se imaginan a un chico de 10 años amante del fútbol que se niegue a entrenar tres veces por semana porque no le pagan por eso?
Críticas al anticuado sistema educativo
Por un lado que nos enseñan cómo ser un buenos empleados y no cómo ser dueños de negocios. Ser empleado es algo bueno, es una forma de aportar valor, es digno y especialmente conveniente para las personas que sienten más cómodas con lo seguro. Lo malo es que naturalmente nos incentivan a ser empleados sin contemplar la otra posibilidad. En la escuela no nos enseñan nada sobre cómo crear un negocio y en la universidad raramente nos preparan para ser emprendedores.
La otra crítica es que no nos brindan herramientas básicas de educación financiera. Y esto sí es algo grave desde cualquier perspectiva que se lo mire. ¿Conocés a alguien que esté pagando el mínimo de la tarjeta de crédito todos los meses? El próximo paso es pedir un préstamo y endeudarse más para pagar esa deuda… un círculo vicioso del que no es fácil salir sin las herramientas adecuadas. Gastar más dinero del que ingresa, gastar dinero antes de que ingrese y llenarse de cosas que sólo producen gastos son algunas consecuencias de la falta de educación financiera.
Trabajar para aprender
Un punto en común que tiene Kiyosaki con Warren Buffett es que ambos son partidarios de trabajar para los que más saben y en empresas o sectores que me ayuden a aprender sobre las áreas clave de conocimiento en las que no tengo experiencia, inclusive si la paga es baja. ¿Cuánto podríamos aprender trabajando un mes con Elon Musk o Bill Gates por ejemplo? Lo que nos suma más valor en esos casos es aprender más que el dinero que recibamos.
No todos tenemos la posibilidad de trabajar con gente de ese calibre pero hay una gran oportunidad para todos: buscar una empresa que haga muy bien algo (vender o comunicar por ejemplo), y meterse a trabajar ahí por un tiempo, en un sector en el que podamos aprender mucho sobre eso. Aunque no nos pague mucho, lo cual sería natural porque estamos aprendiendo, a largo plazo la preparación es más valiosa que el dinero.
¿Es un activo o un pasivo?
Desde esta perspectiva, un activo es todo lo que adquiero y me genera ingresos de dinero.
En la otra cara de la moneda están los pasivos, que están representados por todo lo que adquiero que me consume dinero y me genera deudas.
Estas definiciones están muy simplificadas y son distintas a las típicas de contabilidad pero conceptualmente sirven y mucho. Algunos ejemplos desde esta mirada:
Ejemplos de activos
Los adquiero o genero una vez y generan dinero periódicamente.
Algunos tipos de activos:
- Negocios que no requieren de mi presencia para funcionar (soy el dueño pero los gestionan otras personas, si tengo que estar personalmente para que funcione es mí trabajo, no mi negocio).
- Acciones.
- Bonos.
- Fondos comunes de inversión.
- Bienes raíces que generan ingresos.
- Derechos de autor sobre propiedad intelectual (música, libros, etc).
- Cualquier otro objeto que genere valor, se aprecie y tenga demanda.
Ejemplos de pasivos
Autos, casas, bienes de lujo por los que hay que pagar impuestos regularmente.
¿La casa y el auto son pasivos? Así es, generan egresos de dinero, deben ser vistos como un pasivo. Si bien tener una casa linda y grande puede resultar emocionante, esto no hace que deje de ser un pasivo. Las emociones fuertes asociadas al dinero tienden a debilitar la inteligencia financiera. Se que mientras leen esto muchos están pensando “pero no puede ser, ¿no me puedo comprar una casa?” o “si yo compro un auto y lo renuevo cada dos años es una inversión”. Que cada quien se compre la cantidad de autos o casas que quiera y le haga feliz, pero que tenga muy en claro que los autos no son inversiones y que las propiedades salvo que sean adquiridas en zonas y momentos estratégicos tampoco.
Este libro muestra los posibles flujos de efectivo de las personas, es un esquema muy simple y funciona de esta forma:
- Gente con ingresos bajos: sólo tienen gastos, todo el dinero que les llega lo utilizan en bienes y servicios básicos, no tienen capacidad de ahorro.
- Clase media: todos los meses les ingresa dinero, típicamente de un sueldo, que destinan a sus gastos básicos y el sobrante lo usan para comprar pasivos (autos o casas, por ejemplo), creyendo que son activos. De esta forma se endeudan cada vez más y a pesar de lograr mejores sueldos, posiciones y negocios nunca logran construir su riqueza.
- Ricos: compran activos que les producen cada vez más dinero. Compran bienes de lujo o se dan gustos con el dinero que le producen sus activos. No incurren en deudas salvo que sea para apalancarse y generar más riqueza.
Según Kiyosaki “…los ricos compran activos, los pobres sólo tienen gastos y la clase media compra pasivos creyendo que son activos”.
Cambiando el chip financiero
La mayoría de la gente trabaja duro por miedo, se mueve por el miedo a no tener dinero y recibe un sueldo bajo en trabajos que no disfrutan y con la certeza de que no van a a tener más de dos semanas de vacaciones al año… tres o cuatro con suerte y sólo si permanecen mucho tiempo en la misma empresa.
A esto se suma el deseo de tener más: más cosas, más confort, etc. Pero la verdad es que la satisfacción que dan estos gustos es a corto plazo y limitada. ¿Por qué el humano naturalmente se mueve en esta línea? La razón es la poca instrucción financiera que se tiene, se deja llevar por las emociones y vive reactivamente en vez de pensar y ser proactivo.
¿Se puede salir de esta rueda? Sí, y no es necesario lanzarse al abismo. Lo recomendable es mantener tu trabajo y enfocarse en crear tu propio negocio. No gastes todo tu sueldo y se constante en la inversión. Es necesario tener negocios propios si se desea alcanzar la libertad financiera.
Millones de personas ejercen sus profesiones con éxito pero después tienen problemas financieros. La falla del sistema es que saben cómo ganar dinero pero no cómo gastarlo. Se adquieren pasivos en vez de activos.
Entonces, supongamos que empezamos a comprar activos, digamos que somos conservadores y con lo que podemos ahorrar adquirimos diez bonos cada mes. Después de un año vamos a tener un total de ciento veinte bonos. Esta es nuestra “columna de activos”, es decir, la suma de todos los activos que nos va a ir produciendo ingresos periódicamente. Si además de comprar bonos, creo un curso online que me genera ingresos recurrentes, entonces mi columna de activos va estar compuesta por los bonos y el curso. Y así puedo seguir sumando.
Por otro lado, está la “columna de ingresos”, que es todo el dinero que me ingresa por distintos motivos. Supongamos que tengo un trabajo en relación de dependencia, mi columna de ingresos va a estar compuesta por mi sueldo más los intereses que me generen los bonos y los dividendos que paguen las acciones.
Este ejemplo es para poder visualizar la diferencia entre activos e ingresos. En la medida que vaya adquiriendo más activos voy a tener cada vez más cantidad y diversidad de ingresos. Si en vez de comprar activos compro pasivos… ya saben qué pasa: bajan los ingresos potenciales y crecen las deudas.
Otra distinción importante que hay que tener clara a la hora de sentarse a pensar en las finanzas personales y familiares, es la diferencia entre la profesión que uno ejerce y los negocios que posee. Kiyosaki pone como ejemplo a Ray Kroc, el impulsor de McDonald’s, quien era vendedor de profesión, y su negocio eran los bienes raíces.
No es conveniente renunciar al empleo que uno tenga en forma precipitada. Lo recomendable es continuar al tiempo que se construye la columna de activos. Cada peso que ingresa a nuestra columna de activos es un “empleado” que trabaja las 24 hs del día por nosotros.
Para tener en cuenta: los ricos compran los lujos al final, cuando su columna de activos produce lo suficiente como para adquirirlos, es un premio que se dan por haber manejado con inteligencia sus activos. En cambio la clase media compra artículos de valor alto a crédito (en cuotas) y se mete en problemas, comprometiendo su salud financiera y muchas veces la de sus hijos.
El libro habla bastante sobre los impuestos y cómo impactan en cada clase de persona, recomiendo ampliar este punto directamente en el libro.
Más que finanzas
Además de adquirir conocimientos sobre cómo funciona el dinero hace falta actitud, y animarse. Kiyosaki dice que es muy común ver que las personas con mayor éxito financiero no suelen ser los más inteligentes sino los que más se animan. Cada vez hay más oportunidades, está la opción de arriesgar y poder aprovecharlas o quedarse viendo cómo otros lo hacen.
Estas son algunas de las habilidades clave para triunfar en los negocios, sea cual sea el área en la que te desempeñes : ventas, comunicación y negociación.
Al igual que suele decir Warren Buffet, Kiyosaki aclara que no invierte en oportunidades de negocio que no entiende y desaconseja que otros lo hagan. Dice que lo esencial para aprovechar buenas oportunidades son las matemáticas simples y el sentido común común, no es necesario llegar a temas complejos y rebuscados para hacer dinero financieramente.
Saber vender es una habilidad fundamental a la hora de hacer negocios, de hecho, toda la gente que logra prosperidad económica (no un auto y una casa sino ser verdaderamente ricos) sabe vender y en su carrera lograron vender una idea a un equipo talentoso, un producto a un cliente importante o a millones, un acuerdo a un proveedor estratégico, un proyecto a un inversor, etc.
Tu genio financiero
Según Kiyosaki, Todos llevamos un genio financiero adentro, y en la mayoría de la gente está dormido ya sea por razones culturales (siempre le dijeron que lo importante era encontrar un buen empleo y a trabajar por dinero en vez de hacer trabajar el dinero por uno), o por otros temas. En este libro propone 10 pasos para “despertar al genio financiero que vive en nuestro interior”:
- Encontrar una motivación superior: pueden ser cosas que no quiero (ej: ser empleado toda la vida) y cosas que deseo profundamente (ej: viajar más y tener tiempos más flexibles).
- Elegir el camino a la independencia financiera a diario: lo que hacemos con cada peso que ganamos y cada minuto que invertimos en una u otra actividad nos acerca o aleja más de la meta, el secreto es estar enfocado y actuar ya.
- Elegir a los amigos con mucho cuidado: dicen que las personas tendemos a parecernos en muchos aspectos a las cinco personas con las que más tiempo pasamos. Es una elección invertir nuestro activo más valioso, el tiempo, con personas que trabajan con pasión por sus convicciones o que se quejan por las circunstancias de la vida; con personas que intentan progresar o que van para el lado que sopla el viento.
- Encontrar nuevas recetas: una vez que descubrí una forma de generar ingresos con mis recursos y logro automatizarla tengo que ponerme en búsqueda de otra. La diversificación es importante.
- Pagarse primero a uno mismo: todos los meses y cada vez que tenga un ingreso de dinero lo primero que hay que hacer es enviar parte a la columna de activos y luego pagar las cuentas. La clave es ser constante y tener la habilidad financiera para cumplir con todo.
- Pagar bien a los asesores: el trabajo de los profesionales y colaboradores que contribuyen a hacer crecer nuestra columna de activos tiene que estar bien retribuido.
- Ser un dador indio: se refiere a poner el dinero en activos con objetivos claros y una vez que los alcance retirar la inversión inicial o todo, incluyendo las ganancias. Un ejemplo sería comprar acciones y cuando llegan al valor que espero retirarme y buscar una nueva oportunidad de inversión.
- Los activos compran los lujos: cuando tengamos el deseo de comprar algo que no es fundamental para nuestro día a día, en vez de comprarlo sacando un préstamo o usando la tarjeta de crédito tenemos que ponernos el desafío de hacerlo con los ingresos que generan nuestras inversiones, así tendremos un motivo extra y más estímulos para generar más y mejores negocios.
- Tener referentes y ejemplos a seguir: cuando somos chicos tenemos referentes, ídolos o héroes a los que queremos imitar. Al igual que un chico que ama el fútbol quiere ser como Messi, mira todos sus videos y hace lo posible por parecerse a él, suma mucho tener referentes en el mundo de las inversiones, conocerlos y leer sobre ellos para aprender de sus logros y tener más posibilidades de éxito.
- Dar: al dar nuestro tiempo y dinero para ayudar a otros sin esperar nada a cambio empiezan a suceder cosas maravillosas y surgen nuevas oportunidades que nunca esperaríamos.
Conclusión
Padre Rico, Padre Pobre es un libro que todos deberíamos leer, creo que tendría que estar en el programa de enseñanza de cualquier escuela y es un libro que todo padre debería recomendar a sus hijos. Más allá de las herramientas prácticas y ejemplos, aporta mucho valor y contribuye a tener una mirada mucho más amplia y crítica de nuestras finanzas y algunos otros aspectos de nuestras vidas.
Hay personas que critican las enseñanzas de este libro porque dicen que solamente aplican a Estados Unidos, en algunos casos es cierto pero el concepto que está detrás de cada ejemplo creo que es universal.
¿Alguna vez te recomendaron este libro? ¿Leíste algún otro material sobre estos temas?
Excelente post ! Gracias!!
¡De nada Juan Pablo, me alegra que te haya gustado! ¡Gracias por comentar!
Excelente artículo Marcos. Recomiendo Padre rico, padre pobre como un libro de lectura obligatoria.
¡Gracias por comentar Ezequiel! Leer este libro en algún momento de la adolescencia ahorraría muchos dolores de cabeza a millones de personas. Te invito a suscribirte así seguimos conectados por este medio, ¡abrazo!
Muy buen artículo! Está en mi lista de libros para leer este año. Ya llegaré.
Más que recomendado, ¡mucho éxito con esa lectura, abrazo!